Insatisfacción.
Frustración.
Represión.
Rechazo.
Falta de aceptación de uno mismo.
Inseguridad.
Impotencia a la hora de hablar, expresar o decir.
Tristeza.
Fracaso.
Escasez con el dinero.
No disponer de libertad emocional para dejar fluir el verdadero sentir.
Obsesiones mentales.
Parejas inadecuadas.
Soltar a los hijos para llevar su propia vida.
Emociones negativas rabia, ira, celos, envidia, avaricia, lujuria, soberbia, pereza, gula.
Una vez desactivados los circuitos, se quedan vacíos y es cuando acude la verdadera información, procedente de la propia fuente.