Dios mío, tu eres la vida super abundante de mi alma y de mi cuerpo, yo acepto tu Ser tu acción y tu ley en toda mi vida, pido que tu perfecta expresión se manifieste en mi y para ello abro mi mente y mi corazón a tu presencia Divina y Transformante.
Me muevo con agilidad y precisión infinitas.
No existe el tiempo, no hay ninguna prisa,
viajo sobre un rayo de luz hacia mi destino, soy ingrávida avanzo hacia una luminosidad mayor, de la que formo parte eternamente, llego a esa luminosidad y con inmesa alegría saludo al padre sol, soy atraída hasta el centro del sol, llego a la luz donde me abraza y el fuego de su amor, radiante y puro, entra en mi corazón y mi cuerpo.
Estoy llena de bondad y fuerza. El sol y la tierra giran dentro de mi corazón, mientras los planetas hacen lo propio alrededor del sol.