Todo
lo que vemos en los otros, nos guste o no es el espejo de ti mismo.
Proyectamos
nuestros problemas en los demás, de esta forma no resolvemos situaciones
dolorosas. Solo cuando nos damos cuenta tenemos la oportunidad de mejorar la
relación con los demás y sobre todo con nosotros mismos.
Todo
lo que sucede alrededor de una persona refleja lo que le está ocurriendo por
dentro.
Si
una persona tiene una pareja que le maltrata, le miente, le engaña y demás...
esa pareja está reflejando lo que la otra persona cree del amor o asocia a la
idea del amor. La solución en este caso no es cambiar de pareja, sino
"Cambiar de Idea". Si el cambio no se produce por dentro, entonces la
persona volverá a elegir otra pareja que volverá a maltratarla. Esta idea es
difícil de asimilar porque es más fácil encontrar al "culpable" fuera
de nosotros. Cada uno tiene al perfecto culpable de su propia infelicidad: su
pareja, alguno de sus padres, sus hijos, su jefe, sus amigos, sus vecinos, si
eso no alcanza, se culpa al presidente, al mal tiempo, a la economía, o a mala
suerte.
Para
crecer, primero debes aceptar la responsabilidad de tu propia vida. De esta
manera, evitarás encontrar un culpable externo a tus propios problemas. Tampoco
es necesario que te sientas culpable por lo que te sucede. Sólo tienes que
sentirte responsable, saber que algunas pautas de pensamiento erróneas te están
llevando a elegir mal. "Una vez que cambies tus Pensamientos... cambiarás
tu Vida".
A
partir de ahora, cada vez que surja algún problema es conveniente que te
preguntes a ti mismo: "¿Qué significa esto en mi vida? ¿Por qué o cómo
estoy creando esta situación?" De esta manera, descubrirás la creencia que
te ha llevado a vivir tal situación.
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